Nunca tragues el colutorio
Los colutorios están pensados para enjuagarnos la boca y luego escupirlos. Incluso productos de enjuague bucal “naturales” suelen contener ingredientes que pueden ser tóxicos si se ingieren en gran cantidad.
Pasos a seguir si tragamos una pequeña cantidad de colutorio
Si tú o tu hijo tragáis accidentalmente una pequeña cantidad de colutorio (sea del tipo que sea) no hay necesidad de alarmarse, pero hay que evitar que ocurra de nuevo siguiendo alguno de estos consejos:
- Supervisar a los más pequeños: No dejes utilizar colutorio a los niños sin supervisión. Se recomienda vigilar a los niños entre 6 y 12 años mientras se enjuagan la boca. Para ayudar, muchas marcas de colutorio emplean tapones de seguridad que los niños no pueden abrir. Los niños menores de 6 años pueden tener dificultades para controlar el reflejo de tragar, por lo que el enjuague bucal con colutorios no está recomendado (sí con agua o con suero fisiológico).
- Presta atención: No dejes que te distraigan mientras te enjuagas, puedes olvidarte de escupir y tragar el enjuague accidentalmente. Métete en el baño y cierra la puerta mientras te limpias y te enjuagas la boca.
Pasos a seguir en caso de una ingestión grande de colutorio
Tragar pequeñas cantidades puede dejar una sensación de nausea o incluso provocar diarrea, pero estos síntomas deberían desaparecer pronto. Sin embargo, si tu hijo u otra persona beben o tragan grandes cantidades de colutorio sigue estos pasos:
- Busca ayuda: Llama al Instituto Nacional de Toxicología al 91 562 04 20 para una ayuda rápida. No intentes que la víctima vomite, en su lugar asegúrate de tener toda la información posible sobre la edad de la víctima, su peso y el tipo y cantidad del producto ingerido. Es importante tener cerca el colutorio para poder decir al operador los ingredientes específicos.
- Revisa la etiqueta: Mira la etiqueta para ver qué ingredientes potencialmente peligrosos contiene el colutorio: flúor o etanol. Síntomas severos de una sobredosis de colutorio pueden ser: mareos, somnolencia, dificultad para respirar y, en los casos más graves, convulsiones o coma. En estos casos extremos acude inmediatamente a urgencias y lleva el bote de colutorio contigo si es posible.